En este momento de critica violencia, no queda más que reflexionar sobre el
estado de nuestro microcosmos, y todo esto surge a partir de la llamada “ola de
violencia” que mi adorada ciudad de Ángeles ha sufrido, habrá partidarios que
les llamen casos aislados, pero se les olvida que de las particularidades nace
la generalidad de los casos, y esto más que una lamentable critica, es un
llamado a la sensibilidad y reflexión, últimamente mi querida institución
educativa, de la cual formo parte desde hace 4 años ha quedado sumida en el
lodo, desde el creciente radicalismo político fomentado en las aulas, que en
ves de sensibilizar y generar el pensamiento critico, y humano, misión jesuita
desde su fundación. la casa de educación jesuita es ahora semillero de jóvenes
inconformes, pero poco propositivos, y con todo respeto difiero que su
movimiento político el cual no ha generado más que discordia y rencor y
violencia innecesaria en la sociedad mexicana, hace algunos ayeres, me
emocionaba decir “soy Ibero” ahora me preguntan donde estudio y me da un poco
de vergüenza, no por el contenido educativo, si no por la hipocresía expresada
en todos los niveles de la institución universitaria, parto del trágico caso de
la ex novia apuñalada, un caso tan trágico, como las reacciones de las
autoridades universitarias.
En estos momentos de indignación
estudiantil, habrá pocos que difieran con la evidencia de que el “Pensamiento
Ignaciano” de la Ibero ha fallado, en todos los niveles, desde rectoría, hasta
alumnado y viceversa.
¿Dónde quedo la prevención hacia este
acto? Ya existen testimonios de conocidos del agresor los cuales aseguraban que
su des equilibrio psicológico y conducta violente era evidente, y si un
compañero de clase puede notarlo, sin ninguna experiencia pedagógica, con mayor
razón un profesional de la educación, cuyas responsabilidades más que instruir
y educar son las de sensibilizar y guiar a las nuevas generaciones, entonces
¿Por qué no se hizo nada? ¿Dónde quedo la orientación psicológica requerida por
el reglamento? ¿en verdad de al menos 3 profesores, ninguno noto nada extraño?
Si no notaron nada extraño, entonces su modelo de capacitación hacia el
educador ha fallado, y si alguno lo noto y decidió no hacer nada, entonces es
igual de grave la omisión, y da como consecuencia una imagen de complicidad por
parte de las autoridades, ¿dónde esta el “Ser para los demás? ¿Hasta donde la
comunidad de educadores jesuitas actúan para sensibilizar y orientar a sus
alumnos?
Es evidente que sus campañas de ayuda
a las comunidades en extrema pobreza se pierden en el lodo del olvido y la
indiferencia si no se ha hecho nada para nuestra comunidad Ibero. no sirve de
nada si no existe una capacitad de los educadores para orientar en casos de
emergencia; y en verdad ¿nadie se acerco al joven afectado para darle una
palabra de aliento, o para hacerlo reflexionar? Eso desenfreno una tragedia, de
la cual la Ibero ha probado ser inútil en su actuar.
Aquí queda la especulación a la
indiferencia de informar tanto a los alumnos, como a los medios y las
autoridades civiles en redactar un comunicado oficial de una cuartilla en 2
horas que no dice nada, en verdad ¿es tanta la carga de trabajo que no se pudo
dejar todo atrás por una emergencia y
redactar, lo mismo, pero en menor tiempo? Aun peor, el anuncio posterior de
rectoría en el cual dice que “La universidad Iberoamericana Puebla no tomara
medidas disciplinarias” ¿dónde esta
entonces la sensibilidad? Parece que nuestras incapaces autoridades
universitarias no han comprendido el poder y significado de un símbolo, si bien
es cierto que nada cambia con que expulsen al agresor, es una medida simbólica
la cual expresa que la Ibero Puebla no tolerara estas conductas destructivas,
al no hacerlo, la Ibero es un cómplice de manera indirecta por su omisión y por
su falta de capacidad administrativa para tomar las medidas que el alumnado
requiere para sentirse seguro.
De nada sirve un comunicado que se
solidarice con las familias afectadas, si esto es solo en papel y no en hechos,
queremos responsables, queremos información, una semana después y solo se
escuchan rumores, nadie ha dado la cara por los estudiantes, no se ha informado
de un plan de medidas precautorias a este tipo de actos, que reitero, serán
aislados para algunos, pero ¿Qué sigue? ¿Qué otra tragedia esperan para cambiar
las políticas y en verdad fomentar la sensibilidad en la comunidad Ibero?
¿Qué respuestas ofrecen?
Hoy en día los “jesuitas” de la Ibero
puebla han demostrado ser solo un titulo de pedantería vacía para denotar que
pertenecen a una orden que ha fomentado la libertad, el conocimiento y el
avance social, pero eso en la Ibero Puebla no se ve, no hay más que radicales
en las aulas que no fomentan el pensamiento critico, al contrario, son
partidarios del fanatismo ideológico, en el cual, si un alumno se atreve a
diferir, es tachado de reaccionario, de ignorante, de egoísta, y en algunos
casos hasta de fascista.
A esos “educadores” les hace falta
mirarse a un espejo antes de señalar a alguien que con argumentos les
contradice, se les ha olvidado el lema ignaciano “La verdad os hará libres” y
se atreven a firmar comunicados con esa leyenda sin entender ese significado.
¿la comunidad Ibero Puebla al día de
hoy es libre? ¡NO! Esta esclavizada a la incertidumbre, a la mediocridad, al
temor y la indiferencia, recalco en todos los niveles.
Lamentable mente lo único que queda de
San Ignacio en esta universidad es una
estatua sucia y olvidada entre los arbustos próximos a una cafetería donde
ahora ya nadie sabe que simboliza.
Esperemos esta lluvia de otoño reforme
el pensamiento y actuar de esta mi tan querida universidad.
Pro
Patria
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